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Viaje a la Alcarria cercana

Los últimos coletazos del verano suelen ser espectaculares en la piel de toro.
Y mas, en algunos lugares de la zona centro.
El día todavía alarga y las noches aguantan un poco mas.
La temperatura afloja un poco y en cuanto refresca y caen cuatro gotas, el verde se vuelve a imponer.
Llega el Otoño, en breve. 
Pero la naturaleza todavía se resiste a retirarse.
Y todo ser vivo se afana en hacer acopios.
La comida abunda, por aquello del verde, llenando carreterukas, caminejos y senderillos de un montón de bichos vivientes.
Y algunos de ellos van encima de una moto, disfrutando del paisaje.
Cielos limpios, colores verdes y pardos de una tierra cercana, llena de abejas, jaras, sabinas, corzos, milanos, buitres y ganado.
Mucho ganado.

Ovejas. Muchas ovejas. En rebaño o "descarriadas". Ahí lo dejo.
Y vacas.
Muchas vacas, y algún toro. 
Con sus ternerillos a su vera, ojipláticos al ver, oír y sentir el bramido de un motor. 



Y una sucesión infinita de curvas, con buen asfalto a estrenar, o con asfalto lleno de agujeros. Con asfalto pulido o con asfalto rugoso. 
Otras tantas sucesiones de pistas, regueros y senderes, a cada cual mas espectacular.
Valles frondosos y otros no tanto.




Pueblos de un color, pueblos de otro.


Arboles centenarios, dignos de ser contemplados y pararse a su sombra. A refrescarse y deleitarse con su susurrar mecidos por la brisa.


Montañas romas y montañas afiladas



Alguna ruina escondida, como no, con un pasado no muy lejano, que me gustaría investigar. Quien sabe, a lo mejor albergaría una historia para Manel Kaizen


Y en medio, siempre, esa luz del verano tardío, casi otoñal.
Con la atmosfera limpia y suave, por "el maná" recién caído.
Agua que quita polvos, reblandece terruños, escurre piedras, afila lajas y y reverdece campos y arboledas.

 
Y así transcurría la mañana.
Entre carreteras estrechas solitarias y serpenteantes, seguidas de caminos y senderos. 
Pistas y trochas que, por lo general, no llevaban mas que a algún panal o a un cerco de ganado. Siempre vacíos pues sus moradores -seguramente- estaban campando a sus anchas por los alrededores.


Y mientras tanto otro animalito (este encima de una moto) se dejaba llevar, por los colores, los olores, la brisa, las curvas, el cielo azul...
Un suave vaivén, con marchas largas y "a la inglesa" dejado caer en el asiento, a punta de gas y fluyendo, como el resto del entorno.
Hasta que, en una de estas sucesiones de curvas, una vaca enorme decidió cruzar la carretera. En diagonal y mientras yo pasaba por ella.
A la vaca la ví a tiempo.
Y la esquivé con un pequeño susto, y un juramento en Hebreo, para que os voy a engañar.
Pero al que no ví a tiempo fue al ternero que la seguía, ojiplático como todos ellos.
Lo esquivé también, por los pelos, casi rozándolo, pero no pude evitar ir "al reguero"
Ya sabéis, ese canal que suelen tener a derecha e izquierda todas estas carreterucas, construidas en talud.
Conseguí incluso, dentro del "reguero" bajar una marcha y por muy poco, a punto estuve de salir airoso.
Pero no.
No había suficiente consistencia en el talud de tierra que daba a la carretera y la moto clavó rueda delantera, se freno y me escupió.
Caí al suelo mientras oía aun ruido extraño y me sentía inmovilizado. 
Al principio no identificaba ni ruido ni situación. Me asusté un poco. 
Hasta que me dí cuenta: El airbag había saltado.
Y me encontré en el reguero, con el Airbag inflado, la moto encima y vaca y ternero mirándome, interesadas, desde el otro lado de la carretera.
Pasaron varios minutos, eternos, en una posición francamente indecorosa.
Preocupado.
Pero no porque olía a gasolina ya que la moto -en breve- iba a escupir por rebosadero al rebasar la boca del tanque la horizontal. Y yo debajo con el airbag inflado.
No. No era por eso (aunque también)
La preocupación venía mas porque pasara algún compadre motero y me hiciera una foto.
Muy, muy indecoroso, el tema.
Poco a poco, mientras el airbag perdía aire, pude salir airoso del lance y empecé a valorar "el marrón".
Lo primero intentar incorporar un poco la moto para evitar posibles fugas de combustible y echar tierra sobre la derramada, inmediatamente (si la había, que no fué así), 
Y después... Tocaba sudar de lo lindo.
Me quité el airbag. la chaqueta, la faja y el casco y empecé a manipular la moto, ayudándome con lo que tenía a mano. Rocas y algún que otro tronco para apoyarla. Y también para hacer palanca y colocarla en una posición adecuada para salir del agujero en el que me había metido.
Pasó media hora larga, dosificando fuerzas hasta que conseguí enderezar la moto y me preparé para salir a la carretera.
Pero estaba desfallecido y al límite. Apenas tenia fuerzas para mantenerme en pié encima de la moto.
"Si ahora vuelvo a caer, que es posible, estoy perdido"
Empecé a maldecirme a mi mismo,
"Que hacia allí, como no había sido capaz de salir del reguero, tenía que haber acelerado mas... que soy un paquete... que me falta forma física... que no era el de antes... que a mi edad esto ya no se hace, que si soy un abuelo, que si tal y que si Pascual."
En fin, lo de siempre.
Y esta vez juré en Arameo y a voz en grito, encima de la moto
Hasta que - gracias al Cielo- apareció un "Scenic", se paró y del mismo bajaron una pareja de ancianos.
Septuagenarios, como poco.
Pero correosos, enjutos y muy bien conservados.
Incluso hasta estilosos, diría yo, sobre todo la anciana.
Se dirigieron directos hacia mi, al bajar del coche.
"Verás, que bronca me van a echar"-pensé.
Y fué entonces cuando me dijeron:
-¿Necesitas ayuda...? ¿te ayudamos a sacar la moto...?
No daba crédito.
-Pues se lo agradecería mucho a ustedes, de verdad. Si la pueden sujetar de atrás mientras la pongo en marcha. En este agujero apenas tengo apoyo y con su ayuda, creo podría salir sin problemas"
"Verás. Aceleraré, escupirá piedras y tierra y saldrán corriendo como alma que lleva el diablo. Y al suelo otra vez"- pensé yo.
-Pues claro que si- Me contestó la pareja de ancianos.
Se pusieron detrás, dentro del reguero, sujetando la moto cada uno a un lado, con ambas manos
Cuando estuvieron colocados, "falcados" en el agujero, brazos en alto sujetando atrás en la pendiente, arranqué y empecé a acelerar, Y la moto a escarbar y despedir tierra y pedrolos.
-Daaaale..  no corteeeees... Arribaaaaaa...!!! Dijo el anciano.
-Vengaaaaa... !!! Pues no hemos sacado vacaaaaaaasss...! - coreó la anciana después.
Y salí del reguero. Vaya si salí.
Pata de cabra y moto en marcha.
Me volví para agradecerles la ayuda, además de  ayudarles a salir del reguero. Pero ya estaban arriba, a mi lado.
-Muchísimas gracias, de verdad- les dije, atónito..
-Te vemos mal. Pareces agotado ¿Quieres agua?-me dijo el anciano.
-Si. Se lo agradecería, Me he quedado sin agua.
-Toma, no te preocupes, llevamos mas. Bebe la que quieras
Y me bebí mas de medio litro de golpe de la botella de agua mineral. Estaba deshidratado.
-Mira... aquí tienes un donut, que nos ha sobrado de la merienda. Come algo. Se te ve pálido- me dijo la anciana.
-Muchas gracias, Señora- le contesté. Y le dí un bocado al donut que me supo a gloria bendita.
-¿Quieres que te llevemos a algún sitio? - me preguntó el anciano
-No.. no... No hace falta, de verdad. Con lo que han hecho, suficiente. Me repongo un poco, me coloco ropa y equipo, y a seguir- Les contesté mientras me llevaba una mano al pecho y me inclinaba levemente, en señal de agradecimiento sincero.
-Bueno, hijo (hacia lustros que nadie me llamaba "hijo") es que te vemos mal. ¿Seguro que no quieres que te llevemos?
-No de verdad, no es necesario- Me empezaba a encontrar incómodo.
-Cuando llegues al siguiente pueblo, nuestra casa es la primera a la derecha, verás el coche. Si necesitas cualquier cosa, llama a la puerta- me comentó el anciano, enjuto y correoso, con pinta de ser mas duro que el pedernal... pese a su edad evidente.
-Nos tenemos que ir ya -me dijo la anciana- Es que mi madre se cansa y hay que acostarla pronto. Ya va para los cien y no es como antes.
Y me señaló al coche, donde en su interior, una anciana (mas todavía) me miraba con aparente indiferencia.
Mientras tanto observé, que la "anciana hija" vestía una especie de "leggins" y unas zapatillas mas de moda que las que suelen llevar mis hijos, a juego con lo puesto.
"Por favor, que me pellizque alguien"- pensé
Y se subieron ambos al coche y se marcharon, mientras se despedían agitando la mano
-Si necesitas algo no dudes en llamar a la puerta...!
-Recuerda, primera casa a la derecha...!
Y ahí me quedé.
En esa Alcarria cercana, tan bucólica ella y tan llena de olores, colores y sabores.
Con la moto en la pata de cabra y sentadito en el borde del asiento, ambos talones en estribera y los piececillos colgando. 
Como un pajarillo, agotado tras un chaparrón de los buenos.
Con agua y donut.
Hundido en la miseria.
"Que ya no es como antes y se cansa, que va para los cien... Hay que joderse"- pensé.
Y empecé a recoger el equipo.

6 comentarios :

  1. Patarrán, y adjuntar un track para saber y conocer este recorrido?
    Alcarria for ever.

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    Respuestas
    1. No lo suelo hacer, lo siento. No doy para mas, la verdad. Sorry.

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  2. De todas formas, gracias por tus escritos. ;)

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    Respuestas
    1. Muchísimas gracias a ti por tiempo...! Aqui tienes tu casa. ;-)

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  3. Señor... es usted un poeta.

    Combina la carretera y la palabra como Don Quijote combina los libros y las setas alucinógenas... De manera libre, pícara y llena de inventiva. Hállame yo en una noche sombria, encendiendo mi tercer porro, yendo más ciego que el amo de Lazarillo de Tormes, cuando (¡Ay! Que bonito es internet) me he topado de frente con su blog. Si se puede decir blog, claro. Pozo de sabiduria y arte, para ser mas exactos. Siga dándole al gas, maestro. Siga deleitandonos con su prosa lúcida. Eternamente suyo,

    Pablo Abezeguia

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  4. He pasado muy buenos ratos leyendo los artículos y viendo las fotos de este espacio de Internet. Me gustaría no desapareciera aunque ya no estés con nosotros... ahora andarás por otros caminos...

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No tengas miedo... Es gratis e indoloro.
Pon lo que te apetezca, siempre que sea sincero y respetuoso.
Me hará mucha ilusión y me animará a seguir.
Pero sobre todo...
¡Muchas gracias por tu tiempo por anticipado...!
Un abrazote.
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