Y es que "el barrio entero" estaba pendiente de la nueva oferta gastronómica recién aperturada.
Casa Gato sustituye a la antigua Cafeteria Bruselas, cuya historia había dejado el listón muy alto.
Y como las prisas no son buenas, este humilde "juntaletras" prefirió esperar al nuevo 2019 para catar caldos y viandas con algo mas de reposo, evitando defectos de juventud y esperando a que la maquinaria de Casa Gato estuviese bien engrasada.
Y no se pueden imaginar ustedes la sorpresa.
Aparte del local que lo veo con una decoración acertadísima, muy "chic" (y una terraza que promete mucho para la primavera, démosles tiempo) el servicio de Casa Gato puedo asegurarles que ha sido excelente. Por lo menos en el caso de la visita que nos ocupa. Y eso que ya no eran las horas mas adecuadas.
Atentos y cordiales y conocedores del producto que manejan.
No obstante habrá que visitarles en "horas punta" a ver que tal se desenvuelven en Casa Gato, esta recién estrenada sede del "grupo" Martinete.
Y ahí llegamos al meollo del asunto: el producto.
Materia prima de primera calidad tratada con mimo y recetas con un toque innovador. Y no hay mas cera que la que arde.
Dos parejas, cuatro platos.
Tartar de salmón, con dados de aguacate, pepinillos y alcaparras y "cortezas" mango frito.
Berenjenas en tempura con humus (exquisito el toque de comino y miel)
Canelón de pato con foie (no se si estaba mas buena la salsa, también con algo de mango o el canelón de pato) el cual rebañamos con el pan como si nos fuera la vida en ello.
Y un SUBLIME asado de tira de vaca, especialidad de Casa Gato, con una salsa a base de piña y berenjena (creo) que ha sido de las carnes mas ricas que he probado últimamente.
Y para rematar, una tartita de queso compartida. Excelente también.
Los precios ajustados y nada caros para la calidad que ofrecen.
En resumen, Casa Gato va a ser un lugar al que volveremos a seguir probando lo que se sugiere en la carta y que la zona estaba pidiendo a gritos (en cuento pueda no me pierdo esas sardinas ahumadas para un aperitivo mañanero).
Le auguramos grandes éxitos.
Y... si quieren mas opiniones de Casa Gato, pues ya saben ustedes que tienen a Google o a TripAdvisor que para eso están.
En cuanto al Martinez Lacuesta Crianza 2014, que me disperso (para variar)
Una de las bodegas mas antiguas de la D.O. Rioja, en Haro, concretamente.
Fundada 1895 por D. Félix Martínez Lacuesta.
Bodeguero, abogado, político... y según he leído, primer presidente de la Asociación Nacional de Viticultores e Industrias del Vino, y del Sindicato de Vinos de La Rioja. Es decir, el embrión de la actual D.O. Calificada.
O sea, D.Félix,.. Un "crack" de la época, oigan.
Seguro que estaría orgulloso del devenir de su bodega, pues según mi parecer, se ha conservado el carácter familiar, lo que se nota en este crianza, de corte muy clásico.
Pero con cierto "toque" de autor , ya que se elabora mediante coupage basado en Tempranillo, pero con un porcentaje pequeño de Mazuela y Graciano. Con uvas procedentes de parcelas repartidas por toda la Rioja Alta.
El Martinez Lacuesta Crianza 2014 que nos ocupa, se procesa con una vinificación tradicional, fermentando en inox y con crianza en barricas de roble americano nuevas y seminuevas durante 18 meses. Reposa 6 meses en botella antes de salir al mercado.
Este proceso muy ortodoxo, da como resultado un vino equilibrado y largo. Muy largo.
Un buen ejemplo de los clásicos “crianza” de la Rioja.
A LA VISTA
Color rojo cereza, casi picota
Con un elegante borde granate-rubí.
Brillante y de capa media.
Con lágrima fina y transparente.
EN LA NARIZ
Aromas potentes de frutas maduras.
¿Higos...?
Especias dulces. Canela. Vainilla. Quizá cacao.
Pero no mucho.
Maderas balsamicas.
Tabaco.
EN LA BOCA
Sabroso, y especiado. Pimienta.
Buena entrada.
Alta acidez que le da frescura.
Taninos pulidos
En retronasal, tostados y mas madera.
Persistente.
MARIDAJE
Caza menor, volatería, carnes rojas a la parrilla o estofadas, Cocidos y guisos potentes, Quesos curados, Asados, ahumados y marinados de pescados azules.
También casará a las mil maravillas con un carpaccio de atún o bacalao, unas anchoas y un buen tomate regado con aceite de oliva.
En definitiva, con esa acidez y ese caracter típico de vinos "serios", nos encontramos con un vino largo. Como se hacían antaño.
Casi parece que con algo de "aristas" pero nada mas lejos de la realidad.
Simplemente es un vino nada "parkerizado". Pero aún así, con guiños de modernidad gracias a la Mazuelo y Graciano.
Por todo ello, evolucionará muy bien en botella.
La RCP muy buena.
Alrededor de 9 euros. Muy buen precio.
Me lo disfruten con salud, por favor.
Fotos de interior cortesia de La Guia del Sibarita.
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