Safe Creative #1502090159396

Enlace MotosDeEnduro

síguenos en twitter Siguenos en Instagram Siguenos en Facebook Siguenos en LinkEdin Siguenos en TripAdvisor

El silencio

La mañana estaba clara y el día soleado.
Mucho para ser pleno invierno.
Fresco pero sin llegar a ser molesto. Un excelente día de ruta, de los que hacen afición.
Y con la euforia, al contemplar el camino casi escondido, apenas visible, que salia a derechas por la ladera del bosque de pinos... no me pude contener.
Mas que camino, los restos de una pista estrecha, desleída y rala. Sin dibujo y evidentemente con poco uso, que no sabía donde me llevaría. No estaba marcada ni en la cartografía del GPS ni tampoco en la de papel: "De los que gustan de ser explorados"- pensé.
Y la cogí, sin más.
Estuve rodando un buen rato a través de aquel bosque. Perdiendo el camino a veces... y volviéndolo a encontrar.
La señal de telefonía se perdió, por supuesto. Y también la de GPS, conforme se iba cerrando la vaguada y los pinos arremolinaban a mi alrededor.
Hasta que llegué a unas pequeñas ruinas.



No sabría deciros si atendían a una vivienda, una granja o una instalación industrial.
Simplemente estaban allí, en medio de un bosque y lejos de cualquier arroyo o zona de paso, mas allá del camino intermitente que no aparecía en ningún mapa.
Apagué el motor y me bajé de la moto, sin quitarme el casco y con la mentonera abierta.
Entonces, pasados unos pocos segundos, me dí cuenta.
El silencio.


Había un silencio total y absoluto.
No se oían pájaros.
No se oía viento o brisa acariciar los arboles.
No se oía el lógico "click-click" del motor al enfriarse poco a poco.
No se oía nada.
Absolutamente nada.
Solo mi respiración.
Y el crujir de las botas contra el manto de hojarasca y ramas bajo mis pies.
Un sonido atronador e inevitable, que parecía gritar: ESTOY AQUI...!
Cuando, de repente, lo noté.
Por encima de aquel silencio y de aquel estruendo de astillas rotas que anunciaba mi presencia... la noté.
La inequívoca sensación de sentirme observado.
Y -acto seguido- un intenso escalofrío que se propagaba por todo mi cuerpo.
Desde mi espina dorsal y hacia mis extremidades, como una corriente eléctrica.
Noté como se me erizaba el vello de la nuca.
Y también el de antebrazos.
Y el de las piernas.
Y también noté como mi sistema sanguineo recogia sangre de lugares no imprescindibles preparándome para correr o luchar, y la llevaba hacia los órganos vitales.
Noté el latido de mi corazón en las sienes. Y como se me aceleraba el pulso.
Estaba solo, en medio de la nada, en un lugar que ni se mostraba en los mapas.
Y alguien -o algo- me estaba observando. Y yo no lo veía. O eso creía yo.
Empecé a sudar. Un sudor frío. Intenso. Que hacía que protecciones y equipo resbalase contra mi piel con facilidad.
Incluso me pareció apreciar como -pese a ser un día radiante- todo se oscurecía poco a poco.
Como si el entorno perdiera el color y se fuera tornando mas oscuro y gris.
No sé... No sabría explicaros muy bien.


Me dirigí de nuevo hacia la moto, con aparente calma. Sentía "algo" clavado en mi espalda y el ruido de mis pies atronaba con el crujir de hojas y ramas, en aquel silencio ensordecedor.
Di la vuelta al contacto, disimuladamente, como quien no quiere la cosa.
Arranqué y me subí a la moto de un brinco, engranando una marcha... y saliendo de allí como alma que lleva el diablo.
Con "aquello" clavado en mi espalda.
Derrapando como un poseso por el manto de hojarasca y ramas y maldiciéndome por no haber vestido ya cubiertas con taco.
No corté gas hasta casi caer barranco abajo en una curva.
Aminoré lo justo, recobrando el sentido común y la prudencia, para evitar la tragedia.
Y -por fin- llegué a la pista forestal que había dejado a media mañana.
Sin haber mirado ni una vez atrás, en la dirección que abandonaba.
Por si acaso.
Retomé el camino marcado en mapa, la cobertura, la brisa y el sonido de pájaros y ganadería. La señal de radio y la de GPS.
También retomé la calma.
Y seguimos disfrutando del día, que estaba espléndido.
Lo había olvidado y ahora lo recuerdo. Nítidamente.
No pienso volver, eso os lo aseguro.
Por lo menos solo.

#KeepCalmAndRideOn
#makelifearide #fckcorona
#IloveRide #ktm #readytorace #readytoconmute
#790adventure #ktm790adv #SpainIsDifferent







2 comentarios :

  1. Muy buen relato, ojito con los bosques, guardan secretos que que no siempre son agradables.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es. Hay lugares que se encargan de decirte rápido que no eres bienvenido. Luego con el tiempo, te enteras que hace mucho, en ese lugar... sucedió algo "desagradable". Que casualidad. ;-)

      Eliminar

No tengas miedo... Es gratis e indoloro.
Pon lo que te apetezca, siempre que sea sincero y respetuoso.
Me hará mucha ilusión y me animará a seguir.
Pero sobre todo...
¡Muchas gracias por tu tiempo por anticipado...!
Un abrazote.
(P.D.: Elije el usuario "Anonimo" en el menú desplegable "Comentar Como:" si no quieres darte a conocer... o te resulta mas cómodo. Es el último "perfil" del menú)