Amigos Patarranes.
El deber me llamó el viernes pasado.
Si. Uno tiene obligaciones duras.
Y una de ellas es la "Inspección Tabernaria".
Esta vez tocaba por el Barrio de las letras.
Nada más... y nada menos.
Así que... con la moral henchida por saber que me encaminaba a cumplir con tal digno cometido, le comenté a mi Santa Esposa que este viernes... era "día de autos".
Ella, mujer de honra sin tacha y fé sin fisuras, también se ofreció a tales menesteres. Con presteza.
Una inspección tabernaria, es una inspección tabernaria.
Y más, si es por el Barrio de las Letras.
No obstante, para estas arduas tareas, es necesario preparase de antemano.
En estos casos de investigación del estado de figones, tabernas y otros "antros de buen vivir" que ofrece nuestra capital, resulta preceptivo:
1.- Acudir en taxi. Y que te dejen un poco lejos, para dar un paseo y abrir el apetito. De paso se le va tomando el pulso a la ciudad, con ese olfato especial que solo un "inspector avezado" tiene ya "aprehendido" tras muchos años de oficio.
2.- Pasear.Lo del taxi es importante, sobre todo, para la vuelta. Lo del paseo... también. Conviene volver un trecho paseando con el fresco de la noche.
No penséis mal: La satisfacción por el deber cumplido todo lo puede.
3.- Merendar. No hay que ejercer nunca con el estómago "rugiendo". De ocurrir esto... el ansia por cumplir con nuestro deber, puede torcer nuestro natural buen criterio, de cara a los resultados de la inspección.
4.- Sentarse lo justo. Taburetes para las damas. Mesa si no hay mas remedio y es de rigor acompañarlas. Faltaría mas.
Bueno, efectuadas estas oportunas advertencias y con el debido sigilo y cautela, nos dirigimos hacia un lugar neutral.
Elegimos... La puerta de Alcalá que es un buen sitio.
Miralá, miralá.
Desde aquí - y como necesitábamos concentración para la faena- decidimos dejar a un lado la bulliciosa Cibeles y fuimos con andares calmos (y románticos) por Alfonso XIII, hasta bajar por Antonio Maura. Dejándonos llevar, sabiendo que teníamos por delante... trabajo duro.
Pero alguien tiene que hacerlo.
Tras cruzar Neptuno, y girando por Cristo de Medinacelli, parada oblidada en la Dolores, lugar de recogimiento y pensamientos profundos. 1908 pone en su entrada.
Una Harley, Una fuente Franquista, una taberna.
Curiosa combinación.
En cualquier caso, lo dicho: Unas cañas muy bien tiradas en la Dolores y alguna tapita de recebo para acompañar.
El lugar como siempre, precioso, limpio y con encanto.
Muy al gusto de los turistas, pero no sin ello perder su gracia, que la tiene y es mucha.
Importante fue la comprobación de Los Gatos.
Solo entrar en este "templo del tapeo peculiar" a uno ya se el encoje el alma.
A los "afisionaos taurinos güenos" seguro que se les cae una lagrimita.
La tapa de morcillo y las cañas: Excelentes.
El local...
Mejor compruebénlo ustedes.
Porque uno es inspector tabernario, con muchos años de "ofisio" y tiene ya callo.
Que si no... seguro que "mese" caía una lagrimita también.
Tras este "calentamiento inspector" procedimos a marcar una hoja de ruta, pues es muy importante en toda tarea de investigación, saber dosificar las fuerzas.
El objetivo no hay que perderlo de vista:
Nada puede empañar nuestro criterio en tan ardua tarea.
Así que aspiramos con fuerza y... ya subiendo por la Lope de Vega, llegamos a la Calle Quevedo.
El famoso Bar Restaurante Quevedo ya cerrado... que uno sepa.
No obstante solo con la visión de la placa conmemorativa... la cosa ya valía la pena.
Es el barrio de las letras, lugar de contrastes, como nuestra querida piel de toro, como pueden comprobar vuesas mercedes.
Y así con estos contrastes... fuimos dando un largo rodeo, con el alma ya reconfortada por sendas cañas y tapas y las suficientes fuerzas para comprobar el potente ambiente tabernario del barrio de las letras.
Hasta llegar a tomar una cañita en Lamucca.
Un lugar "fashion" para ver y ser visto con cierto look "factory-modernista" que le va que ni anillo al dedo a la clientela.
Osea. Fenomenal, fenomenal, fenomenal.
A mi señora... no obstante el sitio le gusta, dice que es muy "chic".
Y uno -pese a tener alma de Inspector- es un caballero: Lo que las damas manden.
Un buen sitio para cenar con unos amigos, sin duda.
La carta no la catamos, pues estabamos de "inspeccion rutinaria" y en estos casos el reglamento dice que solo se tapea.
Tomamos buena nota del lugar y de su "modernidá" para futura "Inspeccion de Restauración".
Eso si... No nos pusieron tapa.
La siguiente actuación la efectuamos en La Venencia.
Totalmente de incógnito, pues en Lamucca creo que algunos parroquianos... me reconocieron.
Pese a mi natural desparpajo y desenvolvimiento (que me suele hacer pasar desapercibido) algún lugareño creo que supo advertir... ese ojo crítico que me ha hecho famoso.
En fin, que la cosa requería mas discrección.
La venencia, en la calle Echegaray, es... una máquina del tiempo.
Solo la entrada con su farollilo en la esquina y esa luz mortecina ya... te hace pensar que va a a salir Valle-Inclán de una esquina (salió el pareado sin haberlo preparado)
Efectivamente es un salto a finales del siglo XIX o principios del XX.
Y no por el polvo y roña que acumulan sus estantes (que también) si no por lo encantador del asunto.
El tufillo a bodega antigua.
El ambiente variopinto.
Resulta ideal para tomar unos finos (su especialidad) y alguna aceitunita y/o chacina como mojama o similares.
Mi instinto "Tabernario-Patarránico" me hace pensar que sería un excelente lugar para comenzar una inspección de rutina...
Pues... el precio es adecuado, la calidad también y... en fin.
Hay que verla con tus propios ojos para creerlo, os lo aseguro.
Auténtica como ella sola.
Ves cosas como esta:
Además... siempre se encuentra uno a algún "alma gemela" que te hace dudar pensando si no será -también- del gremio de Inspectores Tabernarios.
Pues... muy normal encontrarse a alguien con ganas de hablar, como un matrimonio encantador que nos acompañó en la barra.
La señora, nos contó que su abuelo (si, si, su abuelo) ya venía por aquí con otros viajantes de Jerez a comentar la jugada.
Lo estaba buscando a ver si lo reconocía por entre algunas fotos de las que había por la pared.
Impagable.
Con los ánimos cada vez mas henchidos, pero conscientes de que había que tomar el fresco, nos dirigimos a dar un paseo hasta la plaza Santa Ana.
Comprobamos su ambiente característico y la rodeamos hacia el principio de la calle Huertas.
Hasta darnos casi de bruces y sin quererlo... con otro clásico: Casa Alberto.
Decidimos hacer una breve "inspeccion ocular"
Aun así... cayeron clara y Rioja con unas aceitunas negras con cebollita y pimiento "colorao".
Muy notables, hay que decirlo.
Así como el local. Abierto en 1827.
Cocina tradicional. Excelentes callos.
Y excelente vermú de grifo, que no catamos, pues el EDIT (Estatuto del Inspector Tabernario) prohibe expresamente su cata en horario nocturno.
En fin... Pintoresco y genial.
Bullicioso.
A parir de gente. Ojo con las horas.
Y seguimos con otro "incunable":
El Lacon
De toda la vida.
Típico mesón Castellano donde se puede cenar y picotear, Todo en uno.
Siempre a tope, pero con sitio, siempre alegre.
Con gente de todo pelaje y condición.
En cuanto a las raciones que ofrecen (tres por día y según el día) todas exquisitas.
La de cazón adobado está fenomenal.
Las croquetas de cabrales, de locura.
Las de Ibérico, impresionantes.
Los mejillones "tigres" excelentes.
Los vinos... siempre buenos y a su temperatura de servicio.
Tiene una extensa carta de vinos y las raciones todas excelentes.
Cuidado: Cierran a las 12
Y para acabar...
Un templo de peregrinaje para los aficionados al queso y al vino. Y a las cosas sencillas de la vida. Pardiez.
CASA GONZALEZ.
Otro clásico. de 1931. Casi nada.
Una "fusion" entre tienda y bar.
Pero... Con tanta gracia y tanto mimo, que uno aquí hasta casi tiene tentaciones de tirar "la placa" por una alcantarilla y dejarse llevar.
Lo confieso. A punto estuvo uno en este lugar de perder su "pofesionalidá."
Impresionante.
El local.
La limpieza.
Los camareros, atentos, amables, conocedores del género.
El surtido de quesos.
El de tostas.
Y NO HAY MUCHO MAS.
Tostas elaboradas, quesos y vino. Nada mas.
Sencillo, bueno y barato.
Pero.... Aaaaahhh... La carta de vinos....!!
Y la de quesos...!!!
Mmmmmhhh...!!!
En fin.
Lo dicho. A punto estuve de "tirar la placa... y a vivir que son dos días.
Y de aquí ya, un paseito largo.
;-)
Y a por el taxi.
Resultado de la inspección:
Merecido "Cum Laude" para el Barrio de las Letras.
Un lugar para desaparecer, deambulando por sus calles sin rumbo ninguno y tomar unas cañas donde mas apetezca.
Por sitios y barras... no va a ser.
Eso os lo aseguro.
Hay trabajo para muchos "inspectores".
Y por contrastes... tampoco.
Dedicado a Ángel Antonio Mingote Barrachina.
I marqués de Daroca.
Dibujante, humorista, escritor, académico de la lengua y periodista.
Y primer Inspector Tabernario (que me conste) que ejerció como tal.
Grande...!!
Direcciones de interés:
CASA GONZALEZ
calle León, 12.
CASA ALBERTO
Calle de Las Huertas, 18
LA VENENCIA.
Echegaray 7
EL LACON
Calle Manuel Fernández y González, 8
LAMUCCA
Calle del prado 16
LOS GATOS
calle/plaza Jesús, 2.
LA DOLORES
calle/plazajesus 4
OTRAS INSPECCIONES FAMOSAS
Inspeccion Tabernaria. Calle Ponzano
Inspeccion Tabernaria. Chueca y Mercado San Antón
Inspeccion Tabernaria. Las Ventas
Inspeccion Tabernaria. Zona Conde-Duque
Jajaja... Insoector tabernario... Es que me parto... Jajaja... Que bueno!
ResponderEliminarTouche!. Me saltan los lagrimones ... Envidia cochina la que me corroe no pudiendo ejercer con la frecuencia deseada labores de inspector tabernario por esos andurriales.
ResponderEliminarMas que recomendables las propuestas comentadas (doy fé); eso si, os pusisteis hasta las trancas (uno ya peina mas canas de las que quisiera, y los excesos los pago muy caros, lo que me ha obligado a una jubilacion anticipada no deseada)
Un gustazo perderse por el BARRIO DE LAS LETRAS, y otro tanto leer de buena mañana tus siempre interesantes y variopintas reflexiones. Hasta la próxima!
Mi muy noble Don Salvatore:
ResponderEliminarHabeis de saber que me place i de buen grado el saber de vos.
Un bravo "Furibundis Inspectorim Tabernarium" como vuesa merced nunca esta jubilado.
Siempre ojo avizor i siempre presto, con Tizona en diestra i Vizcaína en sinistra, ora para blandir fierro ora para desfacer entuerto.
no caiga vuesa merced en duelso i quebrantos por aquello de las canas.
Pues el que tuvo... retuvo...!!!
Vuestro fiel vasallo
El Maestre Patarrán.